EN EL CAOS DE LOS DESEOS

Escrito por José Ruiz Almendros el 8 de marzo de 2010 0 comentarios
Son ya 56 los días de navegación desde que nos dimos a la mar en aquel lejano 25 de Diciembre pasado. Hoy, en el día 57 del año del 2010 de nuestro Señor, nos encontramos recalados en este puerto solitario e indigente, considerado en todos los portulanos como el rincón más obscuro y apartado de la isla más pequeña del archipiélago que llaman de los Carnavales.
Todos los miembros de la tripulación se encuentran por ahí, perdidos entre las calles de no sé qué ciudad, regodeándose en esta anarquía insoportable, pero necesaria. El caos y el desorden han vuelto a implantarse (si bien esta vez es por tiempo limitado y de forma controlada) por todos los rincones y reductos más secretos del mar universal.
Como torbellinos que giran con remolinos espantosos y tremendos rugidos dentro de sus cárceles, a los que de repente se les abren las puertas y en un segundo, se desparraman por toda la tierra volteando cuanto encuentran a su paso, así el farragoso temporal de los deseos ha escapado del corazón de los hombres a borbotones y ellos, con el ímpetu de los huracanes, se han desperdigado por toda la tierra sembrando un desconcierto absoluto e invirtiendo totalmente el orden establecido durante cada una de las 24 horas de estos tres días de fiestas institucionalizadas en el hábitat del archipiélago.
Año tras año mis antecesores me lo advertían en sus crónicas escritas sobre los viejos papiros de a bordo, y pagina tras pagina, civilización tras civilización me lo testiguaban, pero yo bajo ningún concepto quise aceptar sus experiencias ni mucho menos considerar sus avisos y por eso ni siquiera supe interpretar sus advertencias.
Y está claro, consulte el diario que consulte todos terminan advirtiéndome de que fondear en estas aguas supone verme envuelto en la vorágine de los deseos pero ben sea por la necesidad de víveres que ya nos escaseaban, bien por la insistencia de los hombres que pedían recalar en este archipiélago, bien por mi propia y contumaz ignorancia de las cosas vitales yo no hice caso de ninguna señal y en cambio, ´sí escuchaba la voz del consejero segundo, el del orgullo, que me decía una y otra vez con un susurro de voz convincente:
-- " venga, capitán, no se preocupe, que esto no le pasara a usted...su tripulación ya padecimos bastante cuando la rebelión de la mente y el dolor de entonces le enseño a respetar el orden establecido",,, vamos, capitán recalemos y repostemos en el archipiélago de los carnavales, total, serán solo tres días......"
Así me hablaba él, y así le escuchaba yo y en mi interior surgía esa argumentación fatua que aparece cuando mentalmente queremos convencernos para hacer algo que nos gusta, pero que en el fondo sabemos que no nos conviene. Hoy, al escribir este relato, ya en frio, he de reconocer que fue esta tozudez la que me velo el significado de aquellos mensajes y la que me impidió interpretar los preparativos que mi alrededor se estaban haciendo y al final, las costumbres ancestrales impusieron su ley.
Es lo que sucede siempre en estos casos: el mundo de los deseos es tan poderoso que nubla la inteligencia y la hace inventarse argucias para que la voluntad se deje engañar e intente que los hechos se adapten a lo que ella irrisoriamente quiere en vez de querer lo que de verdad sucede y así, observando, actuar en consecuencia.
Ayer mismo, mientras mi compañera de ruta y yo tomábamos nuestro descanso, relajados por la cubierta tras el penoso faenar del amarre de las dos naves, cayeron sobre nosotros 4 o 5 baldes de agua, estratégicamente lanzados por los hombres que se perdían deslizándose raudos por las jarcias de las cangrejas.
La sorpresa fue mayúscula, precisamente en ese momento le comentaba a la valiente capitana que los marineros de estos navíos no participarían en ninguna gamberrada cuando, Zas, nos cayeron los cuatro o cinco golpes de agua poniéndonos perdidos.
Al principio, la sorpresa fue morrocotuda, y ambos nos quedamos mirándonos sin saber dónde poner nuestros ojos, si en los hombres que se deslizaban por los aires, como titiriteros por sus trapecios, desde la verga del trinquete hasta la de mesana, si en las fachas de nuestros vestidos empapados de agua, si en el jolgorio de risas y el multicolor prodigio de disfraces que en esos momentos recorría el muelle al ritmo de los más variados soniquetes.. Al final todos rompimos en carcajadas y le dije por lo bajini a mi compañera de infortunio:
-" Sabe dios, desde cuando estaban esperando este momento y con cuanto sigilo lo han preparado."•
En medio de las risas cogí el trabuco y dispare al aire como unica respuesta que acompañaba a su alegría; y mi disparo sonó como un pistoletazo de salida, como una señal de beneplácito para que se multiplicaran los jolgorios.
Hombres y mujeres enlazados bailaban y se contorneaban alrededor de las pancartas y carrozas sin ningún tipo de miramientos ni composturas, con sus cuerpos desnudos unos, con correas sobre los hombros otros, y todos con las caras tapadas con ingeniosas mascaras, algunas de ellas horrendas.
Cada carroza entronizaba a dos o tres parejas que se insinuaban de todas las formas y posturas mientras que en las pancartas se esgrimían con el mayor descaro las leyendas y consignas de estos días alusivas, todas ellas, a la intensidad del desmadre. Decían:
-- "Hoy es nuestro día, mandamos nosotros." o..."Todo está permitido, aprovecha el tiempo" ... o "Solo son tres días, bébete los minutos.."
Mirando pasar todas estas procesiones disparatadas, para el buen juicio y sesudo entendimiento, me encare con mi compañera de aventura, la capitana Granloki y medio en broma medio en serio le pregunté;
---"¿tu sabias algo de esto?
--- " y tu también, " me respondió con tanta sorna como contundencia..
---¿ Yooooo?--- añadí con el mejor gesto de sorpresa que fui capaz...
--- Si, tu, ( machaco), lo que pasa es que no has querido verlo. Lo cual ha sucedido porque en tu fuero interno también deseabas experimentar este juego y por ello te pirrabas por llegar aunque con tu razón te lo prohibías a ti mismo.
--¡¡ Eso no es cierto, la interrumpí serio, yo no sabía que esto iba a ocurrir....!
---¡¡¡¡ Venga ya, me espeto en la cara, sal de esta intransigencia contigo mismo y atente a la realidad con la conciencia lucida y libre de prejuicios. Atrévete a mirar los hechos como son y no como te gustaría que fuesen y descubrirás tu propia realidad interior....
---¿ Lo hechos, ? ¿ Que hechos..? le dije en tono provocativo.
--Los hechos, si, los anuncios y los mensajes que el mundo Real invisible te enviaba a traves de los acontecimientos de cada día...¿ O es que no leías las crónicas de lo antepasados romanos, cuando celebraban sus lupercalias o sus bacanales (más o menos por estas fechas cercanas a la primavera) y luego, hacia finales del otoño, los festejos de las saturnalias...?..
--- Si, claro que las leí, pero de ninguna manera quise relacionar una cosa con la otra. Alli eran festejos establecidos y debidamente controlados y aquí todo esto ha estado prohibido por muchos años . Allí se invocaba y se practicaban todas estas irreverencias para emular y pedir la fertilidad de cuanto vivía sobre la tierra y por eso se hacían rituales, se sacrificaban machos cabríos y se recorrían las calles vestidos con sus pieles golpeando a cuantos elementos femeninos se encontraban a su paso que a su vez, se prestaban gustosos para ser tocados por esos instrumentos que les traían la fertilidad, lo mismo que luego, pasados estos días, todo el mundo se prestaba al recogimiento, y se volvía a las purificaciones y a la observancia mas estricta de las reglas....
Mi compañera me miraba con su sonrisa mas guasona y al darme cuenta de ello tuve que interrumpir el discurso y entonces ella continuo:
-- Así era, y así fue mucho antes de ellos, en las procesiones de los egipcios, cuando entronizaban en una carroza a su Diosa Primera, la Madre de todo, Isis, y la paseaban en procesión desde su templo hasta las orillas del Nilo para que fuese pingue la nueva temporada de navegación fluvial que se abría por estas fechas...¿ O es que no lo has leído tampoco...? e igualmente por las otras latitudes del mundo, entre las culturas del norte, o entre los cercanos celtas y en un sin fin de pueblos mas.....
--- Si, Si, claro, .. pero ten en cuenta..... le intenté replicar buscando nuevas justificaciones, pero ella me corto rápidamente, con la mirada divertida de quien se presta a un juego infantil y se sabe ganador...
---Claro, evidentemente... pues lo mismo sucede entre nosotros--- acuérdate de que fue el supremo papa Gervasio, allá por el año 490 o 500 quien ya se dio cuenta de lo arraigadas de todas estas tradiciones e intento transformarlas para nuestras formas y costumbres, y desde entonces cualquier autoridad que se precie lo ha intentado consiguiendo tan solo suavizar los acontecimientos y enmascarar los hechos... pero mira bien y observa: ¿ No ves en el fondo de estas procesiones que desfilan ante nosotros, (con la mujer ataviada lo mas ricamente posible, pavoneándose en lo alto de su carroza), un recuerdo barato de aquellos festejos dedicados a la diosa..?...¿ es que no te das cuenta que ese nombre que se le antepone a nuestra cuaresma de Carnes Tolendas, y ese afán por los ayunos y abstinencias pueden ser una copia bautizada de lo que eran aquellas purificaciones romanas aunque evidentemente enfocadas a otros pensamientos y con diferentes personajes,,,?...
--- ¿ Pues la verdad, visto así....? no me quedo mas remedio que admitir...
--- Y en el fondo, ¿ sabes cual puede ser el sentido profundo de todos los festejos que tanto se celebran en estas islas..?-.
---¡¡¡ Dilo, ya, estas deseando soltarlo...!!!!!
---El sentido profundo era la búsqueda del verdadero ser del hombre, y a esto es a lo que hay que volver el rostro para encontrar el significado real de las fiestas y sus rituales de desmadre y austeridad posterior. Si te das cuenta, en estos días, lo que mas reluce es el disfraz, la máscara, y esta mascara nos lleva hasta los inicios del teatro griego donde los artistas se cubrían el rostro con la mascara típica de la tragedia, la comedia o la sátira burlesca. De esa manera ellos se identificaban con lo que no eran ( interpretaban ) para expresar ( mediante la apariencia) las grandes y eternas verdades de lo que realmente eran ellos en medio de las fuerzas del cosmos. Tras la máscara la personalidad del individuo desaparecía para transformarse en el verdadero elemento que busca su identidad a través de la vida, o el universo, recuerda: Ayax, Electra, Antigona,. Edipo Rey, Edipo en Coloma,,,, o tantas otras....
--- La mascara es la personalidad...( ella continuaba con su discurso entusiasmada y yo le miraba embobado dejándola hablar y descubriendo el sentido detrás de sus palabras y según hablaba más me enamoraba de la luz que sus ojos despedían,,,) lo que no es el hombre , los cuatro elementos que usa nuestro Yo Soy para su experiencia en su viaje por la vida física como nosotros llevamos nuestros 4 grupos de marineros para poder hacer este viaje a través del océano del tiempo físico.
---"Este es el autentico sentido de todo esto según mi criterio y esto es lo que tu no has querido ver: que el hombre identificándose por unos momentos con lo que no es experimente de forma libre y controlada el desorden y la masacre que ello ocasiona a su alrededor y busque luego centrarse e identificarse con lo que realmente constituye su SER; Lo espiritual, permanente, no lo pasajero del deseo.
Esta misma ansia de experiencia es la que nos ha traído a nosotros, capitanes de las naves, a recabar en estas islas que son uno de los pocos puntos del globo donde la tradición se ha mantenido- aunque mas o menos dulcificada y transformada- a lo largo del tiempo..(.hizo un silencio, miro a las estrellas . al vacio del mar y luego fijo sus ojos en mi y me dijo.)..¿ O no es asi...?
Por toda respuesta, la mire, ella me miro, los dos mantuvimos nuestra vista en la profundidad de la pupila del otro y nos besamos durante varios minutos con esos besos de amor que solo los ojos son capaces de dar y recibir cuando de verdad se observan las almas. Instintivamente, trate de cogerle la mano mientras le agradecía su sinceridad con una sonrisa pero en ese mismo momento se quebró todo el encanto, porque de repente, un aluvión de hombres y mujeres entro por el puente y nos saco en volandas hasta la calle. Para cuando quisimos reaccionar ya estábamos encima de una de las innumerables carrozas con las mascaras puestas y nuestras ropas hechas girones.
--- ¡¡¡ Y esto no es nada, esto es solo un pequeño anticipo de lo que nos llega con la primaveraaaaaaa
Eso fue la última frase que escuche de mi compañera antes de verme sumergido en la vorágine de los deseos que todo lo colorea a su paso.
Ahora, cuando el aluvión ya ha pasado, y escribo esto medio adormilado aun por la resaca, reconozco que las experiencias son apasionantes, que uno se ve arrebatado por la locura de lo que no somos y que hay que tener la mente fija y fría para salirse del juego y centrarse en lo que Realmente Somos, en el SER eterno que es la única realidad. ESE es el aprendizaje...
..... y ahora, a recauchutar los hombres, a recomponer la arboladura, a rellenar las bodegas para de nuevo poner rumbo hacia la próxima primavera que allí en el fondo del océano nos espera.

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